¿QUIÉN NO HA SOÑADO ALGUNA VEZ CON GANARSE LA LOTERÍA?
Algunos le dicen pegarle el palo al
gato (pobre gato), otros dicen tener suerte, y otros le dan gracias a Dios, o a
algún otra figura mística que creen.
Pero sin, duda, todos alguna vez hemos
pensado en ganarnos la lotería o cualquier otro juego de azar que tenga una
gran cantidad de dinero a repartir. El tema acá es que para ganar hay que
jugar.
Generalmente cuando hay un gran premio
y hay un fervor por comprar billetes de lotería, no faltan los periodistas que
suelen hacer la pregunta más famosa para el caso “¿Qué harías si te ganas la lotería?”
Y las respuestas siempre son las mismas: - “Pagaría mis deudas”, “Viajaría por
el mundo”, - “Me compraría una casa, un auto”, - “Ayudaría a los más pobres”, esta
última es la mentira más grande, pero es políticamente correcto decir.
Se han conocido casos de ganadores de
la lotería que los bendecidos han perdido todo en menos de un año, otros dejan
su familia y se van a vivir la vida loca, otros se tornan apostadores
compulsivos (y pierden todo) y algunos, los menos hacen algo productivo con el
dinero.
Pensando bien el tema de ganar un gran
premio, por tratarse de un evento fortuito es probable y casi seguro que el
ganador no sepa cómo administrar la plata, y la derrocha.
¿Qué pasa con el dinero entonces?, ¿Nos
hace mal? ¿Nos vuelve loco?
Algunos dicen que el dinero es un mal
necesario. No es un fin, sino un medio, y ganarse la lotería es una tragedia,
pero con esa clase de tragedia …. ¿tragedia?
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