¿ALÓ? ¿HOLA?
Lo que antes era un lujo ahora es una necesidad. Así mismo es.
Estos aparatos celulares, denominados así básicamente porque el servicio funciona mediante una red de celdas, y varias antenas repetidoras que son las células.
Hablar de teléfonos celulares es como hablar del pan para el desayuno o el alimento de cada día.
Lo primero que vemos al despertar y lo último al dormir es el celular, y nos acompaña a todos lados. Es increíble la dependencia que ya tenemos sobre él. A pesar de que algunas personas aun no saben cómo manejar uno pero cada vez son menos.
Lo más entretenido de estos equipos es que vienen con cámara para sacar fotos y grabar videos, tienen música, alarma, linterna, GPS, Internet, juegos, redes sociales y en realidad para lo menos que los utilizamos es para hablar a través de ellos.
Simplemente otro invento y evolución en la humanidad que nos ha hecho dependientes, así como otras tantas cosas que nos facilitan la vida, pero a su vez, invaden nuestra privacidad.
Los celulares te sacan de apuro pero también te meten en problemas, lo que en definitiva significa que la tecnología debiera ir acompañado de un comportamiento ético, o en cualquier momento te pueden descubrir a poto pelado en una foto subida al Facebook bajo el título “cargas móviles”
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