martes, 10 de enero de 2012

Sala de Embarque


UN LUGAR MUY PARTICULAR

La sala de embarque de un aeropuerto es un mundo aparte, un mundo lleno de cosas divertidas que suceden durante las horas en que uno se encuentra esperando su vuelo.
Partamos con los que usan esas horas para dormir sobre los asientos o en el piso. Estas personas generalmente andan de pantalón corto, una polera y una mochila, básicamente es el típico turista que no tiene más remedio que esperar eternamente.
No faltan los que haciendo compras de última hora en los duty free corren riesgo que se les vaya el avión y los infaltables perdidos que esperan su vuelo en un lugar en cualquier parte menos en la puerta que le corresponde.
Cuando la voz que informa comienza su parlamente previo al sonido característico de “din don” por los altavoces todos los pasajeros escuchan atentamente, como si el vuelo se va a adelantar cuatro horas y llegarán anticipadamente a su destino, o como si el mensaje va dirigido a uno.
El tema del idioma es bastante singular también, ya que la sala de embarque suele ser muy babelístico, muchos idiomas distintos, y los guardias del lugar haciendo un esfuerzo híper humano para entender tanta lengua.
Pero a pesar de todo, siempre se mantiene un misterioso orden y todos parecemos muy ordenados, circunspectos y un tanto callados.
Y así sucede la vida en las salas de embarque, un lugar obligado que compensa lo corto de los viajes en avión y los transforma no tan solo en un viaje sino en toda una aventura.

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